Taylor Swift, Travis Kelce y el regreso de las historias de amor ???.
Sony; Patrick Smith/Getty Images; Amazon; Alyssa Powell/BI
Los fans están enamorados de Taylor Swift y Travis Kelce, y muestran más interés por las comedias románticas, las novelas románticas y las relaciones puras y sencillas.
No es casualidad. La sociedad se está adaptando a la vida después de la pandemia. Hay dos guerras importantes sobre las que recibimos impactos a diario y la polarización y la violencia son cada vez mayores.
Sus rizos dorados rozan su frente mientras observa a la multitud. Ella lo encuentra a lo lejos, es su campeón en gris acero, y sus ojos están buscando los suyos. Antes de que pueda decir nada, él la envuelve con sus musculosos brazos alrededor de su cintura mientras se balancean de un lado a otro. “Nunca había visto algo así en mi vida”, le dice al oído. Tiene los ojos plácidamente cerrados, como si él y ella se balancearan en el salón de su casa. Le estampa un beso en los labios escarlata, luego en la frente, la nariz, las sonrosadas mejillas… cualquier sitio que le parezca adecuado. “Eres jodidamente preciosa”, le dice cuando se separa para mirarla.
O espera, no, quizá dice: “Ha sido una locura, ¿verdad?”.
No, no, definitivamente susurra: “Te quiero. Tanto que ni siquiera es gracioso”.
Estos detalles se basan en las muchas cuentas de fans que intentan (con éxito desigual) confirmar qué pasó exactamente cuando Taylor Swift abrazó a Travis Kelce después de que los Kansas City Chiefs se clasificaran para la Super Bowl. Tanto si se trata de una lectura de labios de los comentarios de la pareja como de un pequeño montaje audiovisual de momentos tiernos, cada instante de los pocos minutos que Swift y Kelce pasaron juntos en el campo ha sido analizado… y romantizado.
Si sientes que, como sociedad, ahora mismo sólo tenemos ojos para Taylor y Travis, no estás solo. Pero esta historia de amor forma parte de una tendencia mucho mayor. Hay una sed colectiva de amor puro, sin complicaciones y vulnerable.
Por un lado, las comedias románticas están volviendo. En las últimas semanas, la adaptación moderna de Mucho ruido y pocas nueces, Cualquiera menos tú (Anyone But You), pasó de ser un fracaso de taquilla a un éxito rotundo, al parecer gracias a TikTok; un clip de la película ha acumulado 15 millones de visitas y sigue sumando.
En 2023, Amazon triunfó con la adaptación cinematográfica de Rojo, blanco y sangre azul (Red, White & Royal Blue) basada en una novela sobre el hijo del presidente de Estados Unidos que se enamora del príncipe “de repuesto” de Inglaterra. Y cuando la estrella de Harry Potter, Daniel Radcliffe, bromeó recientemente sobre el rodaje de una comedia romántica con Quinta Brunson, de Abbott Elementary, los usuarios de internet se lanzaron a buscarles posibles repartos para las adaptaciones de libros de sus sueños.
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El mundo editorial está experimentando el mismo fenómeno. Libros de fantasía-romance (o “romántica”) como Una corte de rosas y espinas y Alas de sangre dominan las listas de libros más vendidos de BookTok y Amazon. Se centran en apasionadas historias de amor y son conocidos por sus picantes escenas de sexo ambientadas en ciudades de hadas o universidades donde cabalgan dragones.
El amor es tan rentable que en ciudades como Nueva York y Los Ángeles se han abierto librerías exclusivamente dedicadas a la novela romántica, repletas de libros de culto basados en el amor entre enemigos y de ficción histórica con corsés.
Pero la relación entre Swift y Kelce parece dominar todas las demás historias de amor, sobre todo porque no tiene guion. Aunque las películas y los libros románticos evolucionan y se inspiran en fuentes inverosímiles, ni siquiera las tramas más extravagantes y soñadas incluyen a dos superestrellas enamoradas que se juntan y se lo pasan realmente bien.
“Se trata de una pareja inequívocamente feliz a la que la gente puede aferrarse como una especie de alimento cultural reconfortante”, explica a Business Insider Brian Donovan, profesor de la Universidad de Kansas que imparte la asignatura La sociología de Taylor Swift.
Donovan cree que el resurgimiento de las historias de amor tiernas y empalagosas no es casual. “Creo que muchas de las fuerzas culturales que explican la reciente popularidad de las novelas románticas pueden ayudar a explicar por qué la gente está tan entusiasmada con Taylor y Travis”, dice.
Habla del anhelo de amor de la gente, no sólo en su vida sentimental, sino como una forma de sentirse más optimista sobre el mundo”.
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Los tiempos inciertos demandan comodidad
Aunque TikTok esté lleno de recopilaciones de El diario de Noa y castings de fans de novelas románticas, el mundo fuera de los smartphones parece especialmente precario.
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“En estos momentos, gran parte del mundo está sumido en el caos”, afirma Donovan. “Estamos saliendo de una pandemia. Hay dos grandes guerras librándose. La polarización política y la violencia son cada vez mayores”.
El deseo de romanticismo, comedia y ligereza general en el entretenimiento puede vincularse a épocas de crisis y conflictos. Donovan señala que muchas películas realizadas durante la Gran Depresión eran románticas por naturaleza, ofreciendo una sensación de evasión y esperanza en el futuro, mientras que la recesión de 2008 trajo consigo la tendencia de películas sencillas de superhéroes.
Avancemos hasta la pandemia: la gente recurrió a comedias reconfortantes como “Friends” y a aficiones infantiles como teñir corbatas en plena época de confinamiento. Es propio de la naturaleza humana buscar consuelo, como la nostalgia, en tiempos difíciles.
El romanticismo puede ser otra forma de hacer frente a la incertidumbre.
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Esta historia de amor llega en plena fatiga de las appes de citas
Otra explicación para el entusiasmo #Traylor es que la nueva relación de Swift con Kelce puede resultar inspiradora en un momento en que la gente está perdiendo francamente la esperanza de encontrar una pareja espectacular.
Las a veces convulsas experiencias de Swift con las citas forman parte de su gran atractivo como artista. “Sus canciones sobre sus malas relaciones anteriores calan en la gente, que siente que ha pasado por cosas parecidas”, explica a Business Insider Isabelle Morley, psicóloga clínica licenciada.
No hace falta pasar por una ruptura del nivel de Sabía que eras un problema (I Knew You Were Trouble) para sentirse desilusionado por la cultura de las citas, sobre todo en lo referente a la fatiga de las apps de citas. Morley dice que el ciclo de búsqueda de icks o banderas rojas en las citas potenciales puede conducir al cinismo y la inseguridad.
“La gente siente que está convenciendo a alguien de que merece la pena tenerle en cuenta, de que tiene suficientes cualidades y pocos defectos como para que alguien se conforme con él”, explica Morley. “Nadie quiere sentirse así en su relación romántica”.
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Al igual que en una película romántica, el héroe debe superar obstáculos antes de llegar a su final feliz. Ver a Swift dejar su relación más larga para luego dejarse seducir por un guapo y carismático deportista de élite resulta esperanzador.
“Taylor y Travis son una especie de pareja aspiracional a la que la gente puede mirar y pensar ‘algún día, esto podría pasarme a mí'”, dice Donovan.
Las historias de amor que mezclan caballerosidad y feminismo están de moda
Morley afirma que la historia de amor de Swift y Kelce es también la mezcla perfecta entre la vieja escuela y las tendencias más progresistas. Kelce admiraba a Swift desde la distancia y la invitó a salir con una pulsera de cuentas en lugar de un DM. Pero también la cortejó después de que alcanzara el punto álgido de su carrera.
“Junto con eso, en esta historia tan tradicional, ella también es una mujer muy fuerte, segura de sí misma y poderosa”, dice Morley. “Y que un hombre no se sienta intimidado por ello ni intente arrebatárselo es también una parte de la historia que a la gente le encanta”.
Del mismo modo, los lectores esperan más de sus lecturas de playa que una trama en la que el hombre se queda con la mujer. Las ventas de novelas románticas LGBTQ+ llevan años aumentando, y los libros de fantasía-romántica más vendidos, como “A Court of Thorns and Roses”, presentan heroínas autosuficientes a las que se adora por su valentía y singularidad.
La forma en que Swift y Kelce aparecen en público también resulta más realista y cercana que la habitual literatura elitista sobre famosos o la fantasía fuera de su alcance. “Hasta ahora, no hemos visto a esta pareja acudiendo a lujosos actos benéficos en los que los platos cuestan 5.000 dólares cada uno”, explica Morley. “Hemos visto a alguien animando a su novio en un partido de fútbol, y a un hombre animando a su novia en un concierto”.
Añoramos el pegamento cultural
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Los que quieran criticar a la pareja tienen material de sobra. Swift y Kelce son ricos, blancos y heterosexuales. Kelce está en un equipo de fútbol americano con un nombre controvertido. Y los tiktokers podrían argumentar que el afecto de Kelce hacia Swift equivale a un “bombardeo de amor”. Pero la mayor parte de la atención se ha centrado en su felicidad. Su amor parece triunfar sobre las críticas. Las quejas sobre el tiempo que Swift aparece en pantalla en los partidos han sido objeto de burlas, al igual que las teorías de extrema derecha de que la pareja es una operación de propaganda para el presidente Joe Biden.
Desde que Swift empezó a asistir a los partidos de los Chiefs, la audiencia de la NFL ha subido; el partido por el campeonato de la AFC de enero fue el más visto de la historia. En todas las redes sociales, los padres ven los partidos con sus hijas y las novias disfrutan alegremente del fútbol americano con sus parejas ahora que Swift está en las gradas. A medida que se acerca la Super Bowl, algunos swifties decoran sus puestos de comida del día del partido con pulseras de la amistad gigantes, marcando el acontecimiento como una fusión de dos grandes momentos culturales.
Durante años, los críticos han descrito la desaparición de la monoculturalidad y la división política entre los telespectadores de programas populares (Yellowstone, por ejemplo, se considera una serie para conservadores, mientras que Succession es para sectores más progresistas). El retorno del romance, ya sea a través de una pareja de superestrellas, de superproducciones de comedias románticas o de novelas románticas superventas, puede ser una fuerza unificadora.
Swift y Kelce proporcionan un “pegamento cultural”, afirma Donovan. “Esta especie de entusiasmo compartido por ellos atraviesa diferentes posiciones demográficas que normalmente nos dividirían”.
Donovan cree que, tanto si reproducimos los besos de la pareja como si volvemos a leer exuberantes novelas románticas, es “descaradamente bueno que estemos experimentando una alegría colectiva”, dure lo que dure este periodo de luna de miel.
