El nexo entre el crimen organizado y el mundo del entretenimiento ha sido tema de conversación durante años. Artistas, actores e influencers han sido señalados, algunos por encuentros fortuitos, otros por relaciones sentimentales, e incluso por interpretar personajes relacionados con el narcotráfico en series o películas. Mientras algunos aceptan estos vínculos, otros los niegan rotundamente. Es por eso por lo que, a continuación, presentamos un recuento de las figuras más conocidas implicadas en estas controversias.

Cantantes y músicos bajo la lupa 

Eduin Caz: El vocalista de Grupo Firme fue criticado tras circular un video donde canta Soy el Ratón, dedicada a Ovidio Guzmán. Aunque fue señalado por ello, no ha habido pruebas concretas que lo relacionen directamente con el crimen organizado.

Julión Álvarez: Acusado de lavado de dinero en 2017 y vinculado a Raúl Flores Hernández, ligado al Cártel de Sinaloa. Aunque fue incluido en la lista negra del Departamento del Tesoro de EE.UU., en 2023 anunció que su nombre había sido limpiado.

Los Tucanes de Tijuana: Investigados en 2009 tras estrenar El más bravo de los bravos, presuntamente dedicado a Raydel López, alias El Muletas, vinculado al Cártel de Sinaloa.

Valentín Elizalde: Asesinado en 2006 tras una presentación en Reynosa. Se dice que su canción A mis enemigos fue dedicada a Joaquín El Chapo Guzmán, lo que habría provocado su muerte.

Jenni Rivera: A lo largo de su carrera fue señalada por sus narcocorridos y supuestos nexos con el narco. Se rumorea que su muerte en un accidente aéreo podría estar ligada a una venganza, aunque nunca se confirmó.

Sergio Gómez: El exvocalista de K-Paz de la Sierra fue torturado y asesinado en 2007, tras presentarse en Michoacán. Las autoridades vincularon su muerte con el crimen organizado.

Actores y actrices involucrados 

Kate del Castillo: Protagonista de La Reina del Sur, la actriz mantuvo un intercambio de mensajes con El Chapo Guzmán y se reunió con él en un encuentro donde también asistió Sean Penn. El suceso provocó una investigación durante el gobierno de Enrique Peña Nieto. 

Mauricio Ochmann: Relató que fue interceptado en una carretera por alguien que lo llevó a conocer a un capo, quien lo identificó como Chema (su personaje en El señor de los Cielos). Posteriormente supo que esa persona había sido asesinada.

Sergio Mayer: Mencionado en el libro de Anabel Hernández por su supuesta amistad con La Barbie. Mayer negó las acusaciones y aseguró que, aunque hubiera conocido al narcotraficante, eso no implicaba un delito.

Influencers y creadores de contenido señalados 

El auge de las redes sociales ha traído consigo la exposición de influencers que, por sus nexos familiares o amistades, también han sido vinculados con el crimen organizado, tal es el caso de los siguientes personajes:

Markitos Toys: Youtuber que abandonó México por seguridad tras ser señalado.

Kevin Castro (El Chivo) y Gail Castro (Gail Toys): Influencers desaparecidos o amenazados por presuntas conexiones.

Carlos Arce (El Gordo Arce): Creador de contenido de Sinaloa.

Juan Carlos (El Chilango): Asesinado en octubre de 2024.

Miguel Vivanco (El Jasper): Asesinado en noviembre de 2024.

Óscar López (Compa Camarón): Fallecido en agosto de 2024.

Leonardo (Gordo Peruci): Víctima de asesinato en diciembre de 2024.

Declaraciones y reacciones 

Algunos famosos han respondido a las acusaciones:

Galilea Montijo: Lloró en un video negando su relación con Arturo Beltrán Leyva, mencionada en el libro Emma y las otras señoras del narco. 

Ninel Conde: También aludida en el libro de Anabel Hernández, rechazó las afirmaciones y aseguró en ese momento que inició acciones legales, sin embargo, perdió contra la periodista, pues todo lo dicho en el escrito fue validado.

La delgada línea entre la fama y el crimen organizado sigue generando controversia, dejando preguntas abiertas sobre hasta qué punto la industria del entretenimiento ha sido infiltrada o influenciada por estas conexiones. Mientras las investigaciones continúan, las figuras públicas enfrentan el reto de limpiar sus nombres o lidiar con las sombras de sus vínculos pasados.