El lunes 12 de noviembre Merle Uribe y su hijo Héctor Tapia volvieron a verse las caras en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia para la Atención a los Adultos Mayores, con el fin de resolver el caso por agresión psicológica interpuesta por la vedette en contra de su primogénito, pero sin llegar a un arreglo.
En entrevista con diversos medios de comunicación a la salida de la junta, Merle Uribe de 62 fue tajante con el acercamiento que tuvo con su hijo.
“Él sigue vinculado a proceso, su abogado no ha tenido elementos para poder cambiar eso, Héctor quería cancelar todo y llegar a un arreglo, pero por ahora no va a ser posible. Él ha dicho de mí cosas y mentiras que me siguen causando daños emocionales”.
Merle Uribe, una carrera enmarcada por el escándalo y la tragedia
Héctor dijo a Univision Entretenimiento que está interesado en acabar con el problema legal, de tal forma que para llegar a un acuerdo, propuso una salida alternativa que constaba del pago de cuatro terapias psicologías, las cuales no aceptaron la vedette ni su representante legal.
“Mi mamá no pudo demostrar la violencia física que dijo tener, evidentemente porque se le salió de las manos y no podía presentar radiografías alteradas o ese tipo de cosas, por eso ella desistió de acusarme de violencia física y asegura que porque le dije: ‘Ojalá que te mueras’ dice que está afectada psicológicamente”.
Será el próximo 7 de enero de 2019 cuando Merle y su hijo vuelvan a reunirse en compañía de sus abogados para determinar quién tiene la razón.